Apareció en 1993, aunque la primera vez que lo probé sería allá por el 96, un par de años después de su lanzamiento. Cada uno de los que pasamos la veintena seguramente lo recordará con añoranza. Sí, me refiero a la época dorada de las aventuras gráficas, una etapa que creo que jamás he vuelto a sentir igual delante de una pantalla. Por primera vez descubría ante mis ojos una nueva formar de enfrentarme a los juegos; buscando, recopilando pistas y en ocasiones, preguntando a los amigos cómo podría pasar una u otra fase.
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