Nueve patologías, varias de ellas óseas y certificadas por el Instituto de Medicina Legal de Galicia, y la necesidad de usar una "cama motorizada ortopédica" le sirvieron al cura ourensano Benigno Moure para eludir la prisión. La condena, de cinco años, se debía a los 600.000 euros que estafó a una anciana enferma de alzheimer. Pero Moure se pasea sin bastón por Ourense y continúa ejerciendo la presidencia de la Fundación San Rosendo.
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