Esta pasada semana, el protagonista ha sido el sacerdote de un pueblo salmantino. Poco después de la misa del domingo y hablando de los distintos y más frecuentes pecados que cometemos, hacía referencia a la masturbación. “Los tocamientos en nuestra propia persona son actos impuros, de vicio, de pecado, que requieren de una inmediata confesión ante Dios para el perdón” comentaba ante los perplejos asistentes en el Sagrado templo.
|
etiquetas: santa madre iglesia , vicio de onán , caridad cristiana