Se cumplen cien años del nacimiento de un gigante de la ciencia ficción: Stanislaw Lem

Stanisław Herman Lem. (Septiembre de 1921-marzo de 2006.)

Extractos de una entrevista a Lem. Esta entrevista apareció en la edición de la revista "Nurt" del año 1972 dedicada a la obra de Stanisław Lem.

Fuente, su página oficial ( spanish.lem.pl/home/interviews/258-creeis-que-lo-sabeis-todo-sobre-sta) :

"En principio no me interesan los problemas de clasificación como este — ¿qué tipo de escritor soy? Simplemente, igual que ninguno de nosotros a lo largo de su vida se plantea si es mamífero, pertenece al grupo de vertebrados, a tal y tal subclase, del mismo modo hago yo lo que me interesa desde hace mucho tiempo. Sin duda alguna — esta es mi opinión — mi desarrollo fue lento. Mientras escribía, aprendía cosas. La insuficiencia de lo que hacía y diferentes circunstancias de carácter puramente práctico hicieron que mis intereses se desarrollaran haciendo eses".

"Me acompaña el mismo miedo que aterra a todos los escritores, de que en algún momento la fuente de mi inspiración literaria quede vacía, sobre todo porque no me gusta volver a los asuntos una vez considerados, retocar temas ya trabajados, enfoques ya utilizados. Mi primera ambición consiste en no volver, no reiterarme, por ejemplo no adaptar obras propias para guiones de televisión."

"El grotesco en la literatura fantástica (en nuestro siglo) aparece con poca frecuencia. Mis primeros grotescos son las "Fábulas de robots", allí jugaba tímidamente con la creación de palabras. Después de escribir "Ciberíada"solté las riendas. Muchas veces actúo en contra de mi propio interés, porque traducirme a mí como autor de neologismos, sobre todo en el grupo de lenguas anglosajonas, no es una cosa fácil. Lo sé porque me contactan los traductores. Pero qué les vamos a hacer, soy un escritor polaco y no me puedo preocupar por los problemas de los ingleses."

"No sabría decir de forma inequívoca si soy pesimista u optimista, creo que esto depende de muchísimos factores. En general, la mayoría de los escritores que tratan asuntos de problemática general, con los años, pasando el umbral de los cuarenta, luego de los cincuenta, van perdiendo el optimismo (por supuesto, no es una regla general). Esto se puede observar sobre todo en caso de los grandes humoristas que siguen siendo grandes humoristas hasta la muerte, pero su humor se empapa de ácido sulfúrico. Puede ser que los factores filosófico-sociológicos confluyan con los psicobiológicos."