Era 1966 cuando una joven cubana recogió en la playa, dentro de un tubito de plástico, un mensaje que venía desde Holanda. Lo había mandado otra joven. 43 años después, la mujer cubana se ha decidido a contestar la carta para contar a su nueva amiga que estuvo casada, aunque no llegó a tener hijos, y que durante todo este tiempo siempre tuvo en la cabeza contestar aquella misiva que empujaron las olas desde el otro lado del Atlántico. Antes ha tenido que localizarla, porque para su amiga holandesa también han cambido algunas cosas en su vida.
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