El 12 de septiembre de 1998, cinco ciudadanos cubanos eran detenidos en Estados Unidos. Se dijo que eran espías, que eran terroristas al servicio del Gobierno de Cuba, que eran agentes infiltrados para atentar contra la seguridad nacional de los EEUU, se les culpabilizó de una serie de delitos que luego, mostraron no tener base legal alguna. La mujer de uno de ellos, Adriana, que lleva sin ver a su marido ocho años, concede una entrevista a laRepública.es en la residencia del embajador de Cuba en Madrid.
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