Hoy hablando con una amiga me decía que me sorprendería la cantidad de hombres que se sienten de alguna forma amenazados si su pareja gana más que ellos. Y no dudo que sea así, pero me cuesta entenderlo. Claro, esa es mi primera idea. Luego pienso en lo que más o menos veladamente se enseña a los hombres: ser hombre suele implicar un cierto control de las cosas, a conseguir éxitos por sí mismo, éxitos de muchos tipos pero uno de los más obvios es el económico. Y claro, no se les pide que sean el próximo Amancio Ortega, pero es inevitable comparar con quien es tu pareja, la persona que más cerca está de ti y que te conoce mejor que nadie, que sabe cuales son tus glorias y tus miserias, y que su situación es la que más te afecta después de la tuya propia.
Entonces, cuando tu pareja gana más que tú, si eres hombre criado en estos ideales a caducar, ¿cómo no te vas a sentir incómodo? ¿No sería, por ejemplo, un motivo para chanzas entre la gente a tu alrededor, aunque sean sin malicia? El hecho de que se hagan bromas ya indica que esa situación buena no es. Porque en realidad, ¿cual es el problema si tu pareja gana más que tú? Y, ¿es el mismo problema para la otra persona si eres tú, hombre, quien gana más en la pareja?
Si eres hombre, piénsalo un momento. Imagina que tienes una pareja, una pareja estable de larga duración, que tenéis planes a largo plazo. Imagina que tu pareja gana más que tú. No un poquito más, digamos que gana entre la mitad más y el doble que tú. Que tú ganas lo suficiente para vivir razonablemente bien. Pero tu pareja gana más. ¿Cómo te hace sentir? ¿Incómodo? Pero no lo pienses dos segundos, piénsalo bien, imagínalo, piensa en las diferentes situaciones que habría, piensa en qué dirían tus amigos, tu familia, como serían esas veces en que tu pareja haría un esfuerzo pagando más para poder hacer ese viaje que ella puede pagar pero tú, honestamente, no podrías. ¿Sientes algo diferente ahora?
Y después, invierte la situación. Imagina que tú ganas más que tu pareja. ¿Qué sientes? ¿Mucho más cómodo? ¿Sientes que es normal? ¿Qué crees que sentiría tu pareja? ¿Qué crees que debería sentir? Si no debería estar incómoda, ¿por qué crees que no?
¿Ya lo has hecho? Si realmente lo has imaginado, lo has evaluado, lo has sentido, y no encuentras nada que te moleste o que te incomode de alguna forma, enhorabuena: no tienes esa presión sobre la figura masculina de ser el que es más. Y seguramente enhorabuena también a tu entorno, porque no solo depende solo de ti, también depende, y en gran medida, de tu entorno: familiar, social, laboral, afectivo, etc.
Pero si no ha sido así, si hay algo que te ha chirriado de esa situación, si algo hay que te produce cierta desazón, entonces quizá deberías darle unas vueltas a este tema, y por extensión a muchos otros relacionados. Quizá tengas ciertos valores, tú y/o tu entorno, que más vale cambiar. Porque en realidad no tiene mucho sentido sentir incomodidad, molestia o incluso miedo si tu pareja gana más, ¿no? Sí, obviamente siempre es mejor ganar más que ganar menos, pero recuerda que hablo de que tú ganas suficiente para estar bien.