José Ramón Casilda tiene solo 34 años, una esposa y dos hijas de cinco y nueve años, y una deuda hipotecaria de 301.000 euros por la que el banco le quiere quitar su casa y la de sus suegros, que le avalaron. José Ramón compró su vivienda en la localidad madrileña de Fuenlabrada en 2007, pero solo un año más tarde su empresa de excavadoras quebró. Desde entonces, los problemas para pagar la hipoteca le han "ahogado" hasta hacer la situación "desesperada".
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