Acabo de recibir una carta de un cliente diciéndome que a partir de enero cierra, y me he preocupado de veras. Me he preocupado porque no se trata de un hotel, ni de una fábrica, ni de una zapatería siquiera: se trata de un estanco. Como hace años que nos tratamos lo he llamado por teléfono para saber qué pasaba y me dice que no vale la pena tener el local ocupado con un negocio que deja lo que está dejando su estanco. Que no vale la pena estar todo el día allí, y pagar autónomos, y la electricidad y todos los papeles trimestrales...
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