La Iglesia católica ha calificado como pecado "acumular excesivas riquezas". Pero la jerarquía eclesiástica no renuncia a utilizar los instrumentos financieros de los millonarios. El dinero de la Iglesia es motivo de polémica desde hace muchos siglos. En el periodo 1997-2006 la Iglesia ha recibido del Estado español 2.200 millones de euros en virtud de los acuerdos establecidos. Además de confiar sus ahorros a otras entidades, la Iglesia también ha creado sus propias sociedades de inversión que alcanzan un patrimonio de 17,79 millones de euros.
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