Experimentos con ratones revelan que los altibajos diarios en la expresión de genes en el hígado están controlados principalmente por la ingesta de comida y no por el reloj circadiano del cuerpo. Estos resultados podrían explicar por qué los trabajadores a turnos son especialmente propensos a presentar disfunciones metabólicas como diabetes, altos niveles de colesterol u obesidad, el llamado síndrome metabólico.
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