La demanda desborda las previsiones y provoca que Cáritas y el Ayuntamiento de la capital hayan agotado el presupuesto para estas prestaciones de emergencia. La crisis hace estragos y se ceba en la clase media. En lo que llevamos de 2008 se ha duplicado el número de familias que solicitan ayudas económicas de emergencia. Sobre todo requieren auxilio para poder hacer frente al pago de la hipoteca o el alquiler. La situación es delicada y complicada.
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