Cada vez que adquieres un producto o contratas los servicios de un profesional, suscribes un contrato: ya sea al apuntarte a un gimnasio, al obtener un crédito hipotecario o simplemente al hacer la compra semanal en el supermercado. Según la legislación de la UE, las cláusulas contractuales tipo utilizadas por los vendedores deben ser justas. Las cláusulas contractuales deben estar redactadas en lenguaje claro y comprensible. Cualquier posible ambigüedad se interpretará siempre a favor del consumidor. Veamos algunos ejemplos.
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etiquetas: cláusulas contractuales abusivas , derechos como consumidor