La muerte está a punto de llegar al box 206. Son las 12:34 del viernes y el paciente no responde al tratamiento. Dos de sus familiares esperan junto a él cubiertos por buzos blancos. El hombre está sedado, con el pecho subiendo y bajando al compás del respirador. La despedida va acompañada por el pitido de los monitores: 66 de frecuencia cardiaca, 45 de saturación de oxígeno y 20 respiraciones por minuto. "Esos números ya no dicen nada. En cuanto se le quite el respirador, los pulmones dejarán de funcionar y el corazón de latir".
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etiquetas: uci , covid-19 , 12 de octubre