Los seres humanos estamos todos locos. Y si algo se nos revuelve en el cerebro, nos volvemos tan locos que incluso el resto de los humanos lo perciben. Uno de mis ejemplos favoritos sobre este asunto son los anosognósicos; personas que han sufrido daños en el hemisferio derecho cerebral que provocan la paralización del brazo izquierdo, y que se niegan a aceptar que sus brazos están paralizados. En español:
www.maikelnai.es/2009/08/06/la-cosa-mas-rara-que-una-inteligencia-arti