edición general
6 meneos
13 clics

Corrupción e indolencia

Con el tiempo y las costumbres, hemos llegado a creer que la corrupción es una hormona activa en cuatro jetas de la política capaz de segregar mierda en forma de prebendas socialmente admitidas, de privilegios democráticamente avalados. Hemos llegado a creer que la corrupción es un mal menor, un daño colateral consentido, un rasguño en el casco de un mercante, un sacrificio colectivo menor incapaz de poner en riesgo la gran causa común de una soberanía nacional madura, comprensiva y confiada.

| etiquetas: corrupción , indolencia

menéame