Corea del Sur debutará el próximo lunes en la Copa del Mundo de fútbol enfrentándose a Suecia y el entrenador del equipo, Shin Tae-yong, encontró una estrategia para confundir a su rival: entrenar con los dorsales cambiados. "Lo hacemos porque los europeos nos están espiando. Queremos confundir a los suecos", admitió el técnico del cuadro asiático. Según su explicación, a los occidentales les cuesta distinguir a los asiáticos por lo que, con el cambio, los ojeadores de sus contrincantes no podrán captar las facetas de cada jugador.
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