- A su vez, las direcciones sindicales de UGT y CCOO vuelven a impedir la movilización, y abandonan el “Otoño Caliente” traicionando a los trabajadores con un pacto de rentas con la patronal con el que se desbloquea las negociaciones de los convenios colectivos limitando a una subida del 3%, haciendo recaer la inflación sobre los trabajadores.
- Si finalmente regalan la actualización de 2021 y 2022, supondrá más del 15% de pérdida de poder adquisitivo a más de 10 millones de trabajadores.
- La patronal además suspende las actualizaciones hasta conocer la próxima subida del SMI prevista por el gobierno.
La teatralización de la negociación del XVIII Convenio TIC sigue la misma estrategia conjunta que patronal y sindicatos llevaron a cabo durante la anterior negociación del XVII Convenio. Entonces dilataron la negociación durante más de 8 años (2010-2017), y ésta se caracterizó por la sumisión a la patronal de los sindicatos en la mesa negociadora (CCOO y UGT) que no sólo rehusaron llevar a cabo movilizaciones sino que trabajaron activamente por impedir la participación de los trabajadores en la lucha sindical. Fruto de ésta demora intencionada, la firma de aquel convenio ocurrió únicamente cuando la patronal se aseguró de introducir la precarización apetecida. Así, entre los retrocesos firmados traicioneramente por UGT y CCOO, tuvimos la entrega a la patronal de hasta 6 años sin actualización salarial (2010-2016). Una cantidad económica gigantesca que gracias a la firma de estos sindicatos, regalamos cada año todos los trabajadores del sector a la patronal, pues la no actualización salarial de un año repercute en los años sucesivos, razón por la que hasta la fecha arrastramos unas tablas salariales con pérdidas de poder adquisitivo de más del 40%, en los últimos 12 años.
En 2019 tuvo lugar la caducidad de aquel XVII Convenio, y la negociación del siguiente ya se demora casi 3 años desde entonces. Dado que los protagonistas de dicha negociación son los mismos agentes de la anterior, podemos observar una estrategia similar, de dilatación durante años para terminar eliminando la actualización salarial de parte de ellos, eliminado del pacto el efecto retroactivo en la actualización. El principal efecto hasta ahora de dicha dilatación es la congelación salarial que padecemos en los tres últimos años caracterizados por un aumento de la inflación que deja muy mermada nuestra capacidad de compra.
Sin embargo, en esta ocasión hay una sutil diferencia, pues sí que han permitido la participación de los trabajadores del sector, aunque de una manera tan pusilánime que llega al ridículo, pues adicionalmente a la cibermovilización en twitter y change.org, han añadido el paro de 2h. durante el pasado mes de junio.
Recientemente hemos sido informados de la reactivación de la negociación tras el parón del verano, lo que da una idea de la inexistente presión que han supuesto tales movilizaciones. No obstante, para lo que sí que han servido es para que las centrales sindicales traidoras dispongan de material con el que enviar propaganda a los trabajadores, con la que hacernos creer que están peleando duramente en esta ocasión.
No obstante, es en estas campañas de propaganda donde únicamente los trabajadores tenemos algo de información sobre una negociación que por lo demás se caracteriza por la opacidad, fórmula con la que estos sindicatos ocultan sus traiciones. Y de ésta forma es como UGT, en un intento de vender bravuconamente una de sus líneas rojas, donde ha desvelado su intención de traicionar a los trabajadores, arrebatándole la actualización salarial correspondiente al año 2020.
Así, en su comunicado de fecha del 21 de septiembre nos indican que la patronal pretende reducir la actualización salarial a los años 2022, 2023 y 2024, dejando sin actualizar los años 2020 y 2021. Esta sola medida supondría de nuevo una pérdida del 6% de poder adquisitivo en las tablas salariales, habida cuenta del nivel de inflación que estamos padeciendo.
Posteriormente, en el comunicado de fecha 29 de septiembre, UGT ya nos vende su línea roja, la cual han colocado a mitad de camino de lo que la patronal pretende robarnos, exigiendo vehementemente que las tablas salariales se apliquen con efecto retroactivo desde el año 2021, es decir, dan por perdido el año 2020:
Pese a que 2020 fué un año de inflación negativa, el dar por perdida una actualización salarial un año más, no es más que dar continuidad a la política de pérdida de poder adquisitivo que arrastramos desde la firma del anterior XVII Convenio. Y de nuevo es parte del teatro que se traen con la patronal, donde ésta propone unos recortes inflados, y los sindicatos simulan haber reducido dichos recortes, y así enmascarar la traición de asumir parte de esos recortes como “el mal menor”: la estrategia con la que estos sindicatos llevan precarizando las condiciones laborales de todo el país durante los últimos 40 años.
Más pérdida de poder adquisitivo pactada.
Recientemente la prensa se ha hecho eco del preacuerdo entre patronal y UGT/CCOO ( www.elconfidencialdigital.com/articulo/dinero/subida-sueldo-3-2023-pre ) para desbloquear la negociación de los convenios colectivos pendientes.
Tal como expone dicho artículo, “las organizaciones sindicales han revisado a la baja sus pretensiones, que hasta ahora incluían la aplicación automática de una cláusula de revisión salarial, y han comenzado a aceptar una evolución moderada de los sueldos a partir de 2023.” Al parecer las centrales sindicales asumen que el coste de la inflación de estos años, la mayor en lo que va de siglo, va a recaer íntegramente sobre los trabajadores, pese a que ellos mismos concluyen en sus estudios que la inflación es espoleada por los beneficios empresariales. ( www.ccoo.es/noticia:632123--Los_beneficios_empresariales_alimentan_la_ )
Con esto vemos culminado la labor del gobierno “más progresista de la historia”, el cual ha impulsado el denominado pacto de rentas. Con éste pacto, el gobierno no ha hecho más que satisfacer las pretensiones de la patronal, sirviendo de correa de transmisión ideológica para que los trabajadores asumamos por completo el coste de la inflación, con el falso argumento de que las subidas salariales aparejadas al incremento de la inflación supondrían un efecto eco sobre la misma y una “espiral inflacionista”. Para venderlo, propusieron que el pacto incluyera contención en salarios y en beneficios. Sin embargo, tal como se desprende del artículo de El Confidencial Digital, los empresarios en contrapartida a la moderación salarial, además van a recibir rebajas fiscales, en lugar de limitar sus márgenes. De esta forma es como gobierno y sindicatos traicionan a los trabajadores para beneficiar a la patronal y que asumamos íntegramente las consecuencias de la inflación y se favorezca el incremento de la desigualdad y la pobreza.
La traslación de ésta actualización salarial, que sólo es un marco de referencia que limita por arriba, aún está supeditada a la negociación sectorial, con lo que previsiblemente puede ser aún peor, y verse reducida en el momento de la firma del Convenio TIC (que como anuncian vendrá sólo tras conocer el próximo aumento del SMI por parte del gobierno). La experiencia en negociaciones anteriores es que los sindicatos de la mesa del sector son aún más sumisos a la patronal que sus propias direcciones sindicales, y así, en el anterior XVII Convenio ya firmaron unos incrementos salariales que no llegaron a lo acordado por las direcciones sindicales en el AENC, donde se estableció un 2% anual para los años 2018, 2019 y 2020, más un 1% supeditado a la productividad. El convenio de consultoría, rebajó esos porcentajes al 0,75%, 1% y 2% respectivamente.
Queda patente que los trabajadores estamos sólos ante la patronal y sus servidores, ya estén estos en el parlamento o en las mesas de la negociación colectiva. Las consecuencias de estas traiciones están llevando a la precarización paulatina, donde los trabajadores llevamos décadas perdiendo en derechos y condiciones de vida gracias a las reformas laborales y los convenios firmados a la baja sin movilización obrera. Es hora de que los trabajadores despertemos y asumamos nuestra responsabilidad en la lucha y en la implicación, y nos organicemos de forma alternativa a las centrales sindicales traidoras del régimen. Mientras antes demos el paso cada uno de nosotros, antes podremos poner freno al expolio al que nos vemos sometidos. En tu mano está. Implícate.
Coordinadora TIC de la Alternativa Sindical de Clase(ASC).