Históricamente, el inicio de la temporada de monzones en los meses de verano ha producido fuertes vientos en la atmósfera inferior y superior que se desplazan en direcciones opuestas, lo que se conoce como cizalladura vertical del viento. Esto hacía que la formación de ciclones en julio y agosto fuera prácticamente imposible. Sin embargo, los científicos han encontrado una tendencia cada vez mayor de los ciclones a formarse en fechas cada vez más cercanas a estos meses veraniegos.
|
etiquetas: ciclón , contaminación , ciencia