Expertos en medicina aseguraron hoy en Valencia que las personas adultas que hagan un consumo moderado de bebidas fermentadas podrían tener menos riesgo de sufrir infarto de miocardio y otras complicaciones cardiovasculares. Así, el consumo de cerveza, vino o sidra podría tener un efecto protector adicional frente a estas enfermedades, según demuestran diversos estudios científicos de ámbito nacional e internacional.
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