El desmadre inversor de las empresas del ladrillo presenta unas cifras de auténtico infarto. Constructoras e inmobiliarias cotizadas atesoran una deuda de 138.933 millones de euros a cierre del año pasado, producto de bajos tipos, el boom inmobiliario y la estrategia de diversificación en otros sectores de la economía. Ese dato representa más de tres veces su patrimonio y es el doble del conjunto empresarial. Además, supone 10,83 veces el Ebitda, frente a las 3,91 de la media de todas las cotizadas no financieras.
|
etiquetas: ladrillo , crisis , inmobiliarias