La desesperación por su situación le pudo. Juan Carlos Carrasco Heredia, un constructor arruinado, que trabajó del 2002 al 2004 para el consistorio de Marbella, reclamó la deuda que supuestamente el Ayuntamiento le debe con su sangre. Literalmente. El constructor, en dramático gesto, se cortó las venas dentro del despacho del coordinador municipal de Hacienda y Personal, Carlos Rubio, uno de los cargos políticos del PP que más salario percibe, 109.448 euros anuales.
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