Este montaje es ingenioso: se trata de un pequeño coche a radiocontrol equipado con una minicámara, que envía la imagen «subjetiva» en tiempo real a un ordenador con el que se puede proyectar a lo grande en una pantalla. Los controles son un volante y asiento «estilo Fórmula 1» y la pantalla es cónica y envolvente.
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etiquetas: radiocontrol. teledirigido , juego