El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León reconoció el derecho de los padres de S.M.C. a ser indemnizados con 84.500 euros por los daños y perjuicios sufridos a consecuencia de la asistencia sanitaria prestada a la menor, a la que no se diagnosticó una leucemia, que que la llevó a su fallecimiento. Según informaron fuentes del Defensor del Paciente, el día 1 de noviembre de 2004, cuando S.M.C. contaba con 12 años de edad, acudió con sus padres al Servicio de Urgencias del Hospital Clínico Universitario de Valladolid aquejada de dolor
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