Cumplidos 65 años de su muerte en el exilio, la maestra y diputada socialista Julia Álvarez Resano, una pionera de la participación de la mujer española en la política, quizá por ello fue bautizada por la ultraderecha como "la puta del Congreso", sigue proscripta en su pueblo, Villafranca (Navarra). El gobierno municipal de UPN, encabezado por la nieta de un alcalde franquista, se niega a dedicarle un espacio en una localidad en la que las víctimas de la dictadura no olvidan el horror.
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