Un condado pobre del sur de China, propenso a sufrir desastres naturales, ha obligado a los pueblos a entregar sus subsidios de riego para financiar un templo millonario para atraer a los turistas, según informaron medios estatales este lunes. El dinero fue descontado de los subsidios de riego que intentan ayudar a superar los efectos de las frecuentes inundaciones y sequías. A los funcionarios de los pueblos se les amenazó con confiscar sus sueldos si no cumplían, según las informaciones.
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