Una reunión social más que una bacanal, eso es un botellón para muchos adolescentes. Es económico y en él caben los porros y el alcohol en gran cantidad. Para los sanitarios es una noche de duro trabajo: atienden a niños de 14 años con comas etílicos. Beber no los convierte en adultos, lo saben; sin embargo, por «curiosidad» primero y por «imitación» después, algunos adolescentes empiezan a consumir licores muy pronto. "El chino de por aquí está vacío, no le quedan más que cervezas".
|
etiquetas: sociedad