Las personas con exceso de peso corren un riesgo mayor de ataques cardiacos e infartos relacionados con las arterias endurecidas u obstruidas. Las razones de esta conexión han eludido a los científicos. Ahora, un nuevo estudio hecho en ratones da la primera prueba directa de por qué puede existir este vínculo, y la posibilidad fascinante de cómo podría romperse. Pruebas directas de un eslabón entre la inflamación en torno a las células de depósitos de grasa visceral y el proceso de endurecimiento arterial conocido como aterosclerosis.
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