[c&p] De no ser por la vela, Hilary Lister no habría sobrevivido a su enfermedad. Y no porque ésta la hubiera abatido sino porque ella misma habría puesto fin a su sufrimiento. Tetrapléjica, encerrada en casa y sin ilusiones, en 2003 había escrito cartas de despedida y había investigado la dosis de morfina que necesitaba para morir. Entonces apareció un ángel sin alas. Un vecino que le propuso que fuera un día a navegar con él. A regañadientes y por complacerle, Hilary dijo que sí. Y apenas se hizo a la mar, había resucitado.
|
etiquetas: vela , salvar , vida , mujer , tetrapléjica