Por ley, todos los aparatos electrónicos deben reciclarse en plantas autorizadas. Aquí se despojan de elementos tan nocivos como el fósforo, el mercurio o los gases refrigerantes. El resto de componentes (plástico, aluminio, cobre o vidrio) se procesan para fabricar nuevos productos. En las cadenas de reciclaje, como la localizada en Osorno (Palencia), la llegada de los residuos activa un protocolo preciso de despiece y reciclaje. El personal trabaja parapetado tras máscaras y ropas de seguridad.
|
etiquetas: reciclado , aparatos eléctricos , cadmio , cobre , mercurio , aluminio