Atenas vivía en un sistema democrático bastante avanzado. Dicha democracia debía ser defendida de aquellos ávidos de poder que pudieran ponerla en peligro. Existía una votación especial que se celebraba normalmente una vez al año. La idea consistía en que cada ciudadano cogía un trozo de cerámica y, si lo consideraba apropiado, apuntaba el nombre de cualquier otro ciudadano.Si se daba el caso de que un ateniense recibiese más de 6000 votos en contra, era expulsado de la ciudad durante 10 años.
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