Cómo hablar español en España [HUMOR]

Una de las noticias recurrentes pero aisladas de nuestra prensa patria es destacar que, en alguna parte, sobre todo en las regiones bilingües, hay algún tarugo que exige hablar o ser respondido en cierta lengua. Son casos aislados que reflejan que el tarugo en cuestión viaja poco, porque el grado de inteligibilidad entre acentos y dialectos es a veces delicado, y ahí reflejan que el comodín de "hábleme usted en este idioma" no vale porque, oiga, si es el mismo idioma...

No voy a hablar de política, ni de lenguas oficiales o en la batalla de ello, sino de acentos, de dialectos propios del castellano, de diferentes formas de hablarlo. ¡Pero si no soy lingüista! Cierto, pero parto de tres conocimientos esenciales: la universidad de la calle, también conocida actualmente como la Facultad de Mis Cojones Morenos; que me he recorrido España entera, islas y ciudades autónomas incluídas, además de parte del extranjero, y me gusta socializar con los locales (eufemismo de "me gustan las tascas baratas de pueblo"); y que tengo aparente facilidad para los idiomas y para hablarlos casi sin acento, una no-habilidad derivada de muchas horas de audiovisuales en V.O..

La esencia de todo esto es que muchas veces, la forma de hablar español (igual que cualquier otro idioma) no consiste en lo que expresas, sino en cómo lo expresas. La entonación, el vocabulario, la intencionalidad y los "dejes" son los que definen un acento y la idiosincrasia de quien lo habla. Y ésto es muy fácil de malinterpretar. Vamos con varios casos muy destacados.

· Catalán

Empezamos con un caso que necesita aclaración. Y es que hay un mito muy extendido de que los catalanes son talibanes de la lengua catalana, y nada más lejos de la realidad. Sí es cierto que es común que un catalán se dirija a tí, de buenas a primeras, en lengua catalana. Ya ves, cosas de los catalanes. Pero generalmente un "perdón" o "disculpe" hace que detecten tu acento español y cambien inmediatamente de idioma. Y son bastante competentes en ambos idiomas. Otra cosa es que te vayas a un pueblo del Empordà a hablar con septuagenarios que llevan sin usar el castellano desde que renovaron por última vez el DNI, ése que necesitabas una carpeta para transportarlo.

El acento español del catalán es raro, porque tienden a introducir palabras del catalán en él. Que se entienden, porque hay palabras que aunque no las hayas oído en tu vida sabes perfectamente lo que significan, una mezcla de instinto y el careto que pone el interlocutor cuando las pronuncia. Tiene cosas divertidas, como que pronuncien la L como si estuvieran relamiendo restos de natillas entre los dientes, o la escasa distinción en muchas ocasiones entre la A y la E, o la O y la U. Las malas lenguas dicen que puede ser una influencia del árabe, pero ésto pasa tanto en Barcelona como en Mollerussa.

Los catalanes son extremadamente educados en sus expresiones en castellano, fruto de que, cuando lo usan, suele ser para movidas formales u oficiales, y muchos desconocen el lenguaje barriobajero habitual del español o lo equiparan a lo que se hablaba en las películas del período del cine quinqui, y, claro, no te vas a poner a hablar como el Torete.

· Andaluz

Aquí hay que diferenciar dos cosas. La primera, entre el andaluz oriental y occidental y, la segunda, entre el ceceo y el seseo. Ambas cosas están malamente repartidas, difíciles de localizar exactamente. Pero una cosa que unifica el acento andaluz es la aparente informalidad. Se suele pensar que los andaluces son maleducados por su forma de expresarse, y es totalmente falso (y el que piense lo contrario es que nunca ha conocido a un andaluz cabreado). El mayor problema de ésto es que, como el andaluz suele saltarse las fórmulas de cortesía, el forastero puede pensar que está enfadado con él o que le está echando la bronca. "A vé, ¿quién ha zío er que ma pedío la Cruhcampo?" Joder, agachas las orejas, y te descubres con culpabilidad. Y luego sale ese corazoncito andaluz que se preocupa por ti y te enamora. "Illo, dímelo, que ze te va a calentá". Es Cruzcampo, vale, pero no quiere que se te ponga la cerveza caliente. Tráiganme un altar para ese señor.

· Gallego

La pregunta eterna. Curiosamente es más común encontrarte gallegos que apenas hablan español, sobre todo en zonas rurales, pero de ellos no se da la tabarra tanto como con los catalanes. Quizá por temas políticos, quizá porque el acento gallego suena, según los patrones del castellano estándar, como si a Heidegger se le hubiera muerto el perro. Si el caso del andaluz es destacable, el del gallego es dramático. He visto a gente zumbarse sin ganas pero raudo un plato de comida después de que un camarero preguntase si no estaba bueno o no le gustaba. Entender el acento gallego es fácil; responder como haría un gallego es pura metafísica. Cuentan que Chomsky se dejó las greñas y la barba de vagabundo después de un viaje a Santiago. Con eso lo digo todo.

· Extremeño

La gran putada del extremeño es que suena rural. Muy rural. Y, como decía otro filósofo, la gente se piensa que son tontos. Craso error. Se cuenta el mito de que los esquimales tienen 40 palabras para describir la nieve; los extremeños tienen 700 palabras para describir el estado anímico. La mezcla de vocablos castellanos, astur-leoneses (estremeñu/"castúo"), gallegos (fala), portugueses y andaluces hace que médicos, cocineros y empresarios varios foráneos huyan de tierras extremeñas. Porque no les entienden y, a la vez, saben que les están dejando en evidencia. "Entumío", "revenío" y "sin avíos" causan estragos. Y así otras 697. Los Santos Inocentes y la visita del putero a Las Hurdes quedaron atrás; el aparente cazurro de pueblo tiene un máster en Gestión de Empresas, "sacao en Madríh o en Badahóh". Pero sufren el Síndrome Nacional de Florinda Chico. Y el que pronuncia las Eses castellanas, el de Isabel Gemio. Malo en un país donde el lingüista de cabecera es Arturo Fernández.

· Euskera

Fácil de entender, difícil de asimilar. Que te tomen por pueblerino puede tener un pase, pero que te tomen por terrorista... Demasiados años de ETA dando por culo. Sin embargo, no deja de ser un prejuicio ajeno a la lingüística. El que no es ajeno es que el acento vasco del castellano suena desafiante, a un "sujétame el txakoli" tras cada frase. Ésto ha contribuído más a los chistes de vascos que el tópico carácter expeditivo. Y es el mismo motivo por el que ligar usando castellano vascuence es sumamente difícil, porque a las mozas les suena tan invasivo que tarde o temprano les entran ganas de soltarte una hostia. Y, aprovechando la tesitura, es completamente falso que los vascos usen tantos tacos al expresarse. Con ese acento no hace falta.

Por otra parte, esa pronunciación expeditiva hace que todo lo que digan suene a aventura de Julio Verne. Que lleguen a casa tras conducir por Bilbo y parezca que vengan de la guerra de Vietnam. Que te pongan unos pintxos de bacalao exquisitos y suene a que han salido en gayumbos y cuchillo entre los dientes a pescarlo a las cinco de la mañana en Zarautz. Uno te comenta que tiene una bicicleta para moverse y automáticamente te lo imaginas subiendo el monte Ori con una mano en el móvil tomando fotos y otra en el paquete, aunque sea una bici de cicloturismo.

· Murciano

El gran enigma. Hay tantos acentos como murcianos. Generalmente suena como si alguien de padres almerienses se hubiera criado en Cuenca con una abuela alicantina, y a partir de ahí tira los dados. Fácil de entender, extremadamente complicado de interpretar. De hecho, se recomienda pasar unas semanas en Albacete antes de moverse a Murcia. Es tan complicado que hay gente de Totana que cuando van a Cartagena prefiere usar el inglés. 1500 entonaciones de "acho", el fuck americano en versión española. Y, encima, cuando quieren hablar español estándar se les pone un acento vallisoletano que te descoloca completamente. Con razón es el Dr. Jekyll y Mr. Hyde de las provincias españolas.

· Caló

Soy consciente de que ésto va a sonar tremendamente racista, pero como lingüista cuñado no lo puedo dejar pasar por alto. Los gitanos maman el acento de la región donde vivan, pero hay algo intrínseco y común dentro de ese habla: la extorsión emocional. Y no es peyorativo. Un gitano domina como nadie la variable emocional de la expresión. Y, efectivamente, esa expresión lastimosa esconde un complejo de inferioridad que no hace justicia a lo expresado. El gitano más talentoso te ofrece su género como si le estuvieras haciendo un favor de aceptarlo, cuando el favor te lo está haciendo él a ti. El problema es que algunos utilizan esa expresión para manipularte emocionalmente. Te ponen esos "sacáis" de cordero degollado y te hablan como si estuvieran bajo la guillotina, y es difícil resistirse.

Por otra parte, si la saga de Juego de Tronos hubiera sido escrita por un gitano, los libros serían el triple de largos sólo por las referencias a los muertos. Una acento muy atractivo para los amantes de las películas de zombis. Eso sí: no intentes imitarles cuando hables con ellos o pensarán que eres un merchero, y ya la tenemos liada.

· Latinoamericano de España no argentino

Si alguien ha visitado Latinoamérica se habrá dado cuenta de que el acento español que usan allí es muy diferente al que usan aquí. Da igual que sea peruano, mejicano, dominicano, colombiano o chileno. El latinoamericano que vive en España tiene serias dudas de que le entiendas si utiliza su acento habitual, y por eso utilizan un castellano muy neutro. Eso se debe a que la misma frase en español peninsular, significa algo completamente diferente en español latino, y viceversa, a pesar de usar las mismas palabras. El imperativo es un tiempo verbal tabú, pues les suena a orden, a obligación. Joder, si hasta los ladrones te preguntan si les puedes dar la cartera. Y la policía suena avergonzada de darte instrucciones.

El latinoamericano en España suena como el inglés británico en Texas: excesivamente educado. El reguetón y la "miamificación" del Español en los medios de entretenimiento ha roto ligeramente esa barrera. Y para mal, porque un simple "¿desea bolsa, señorita?" suena a "te voy a comer todo el coño". El "pinche" y la "wea" se ha perdido, salvo que seas "parce". Por el contrario, el intento de utilizar el pretérito perfecto compuesto para darse a entender mejor resulta confuso, aunque no tanto como su manía de pronunciar las palabras de origen inglés en inglés. ¿Qué coño significa "pues compré el di-vi-dí de la quinta temporada de Piki Blainders"?

· Latinoamericano de España argentino

Este, bueno, tenés que tener paciencia. Aquí el imperativo no es tabú, sino indispensable. Hasta la muchacha más delicada suena como el sargento chusquero de cuando hicistes la mili, o la maestra de corte y confección. Y el uso del pretérito perfecto simple + pronombre acentúa esa sensación. "Y vos, ¿habló con su madre ayer?" significa "¿has hablado con tu madre?" pero suena a "eh, TÚ, ¿has hablado YA con tu madre?. Claro, vienen a España, donde el castellano no es tan incisivo, y se relajan hasta el punto de no necesitar psicólogo. Y le cogen el gustillo y pierden el acento. El argentino de Burgos.

· Valenciano

Aquí no hay mucho que rascar. Suena como el catalán que hablan en las Juventudes del PP de Mataró. El valenciano es al catalán lo que el vallisoletano al madrileño.

· Aragonés

Un clásico. Todas las palabras son agudas y todas las sílabas llevan tilde, salvo Teruel, que no existe.

· Canario

Ver enlace.

· Portuñol

Es el acento de los portugueses que creen que mezclando el portugués y el español se dan a entender. Pero oye, al menos hacen el esfuerzo, no como nosotros que vamos a Lisboa y les hablamos como si fuesen de Miranda del Ebro. Suena como un gallego puesto de éxtasis en Malasaña. No intentes imitarlo o creerán que vas borracho.

· Chino de segunda generación

El de primera generación es indescifrable; el de tercera, indistinguible del castellano. El de segunda generación tiene sus particularidades. La primera es que sus hablantes parece que estén intentando comunicarse con un alien. Y la expresión facial que ponen cuando se les responde no ayuda: ninguna. El cantonés y el mandarín tienen la característica de que una misma sílaba puede tener significado diferente con la pronunciación, así que su oído para el castellano es: todo igual. El truco para comunicarte con ellos eficientemente es hablarles como lo harías con el robot automatizado de un servicio telefónico de atención al cliente. "Diga brevemente cuál es el motivo de su llamada"; "DOS-FACTURAS". Hijos de puta. Los de Vodafone, no los chinos.

· Inglés subsahariano

¿Comorl? Sí, es uno de los acentos más complicados y a la vez más atractivos del castellano. La entonación al extremo. De los Bee Gees a Barry White para terminar con Mónica Naranjo, y todo con la gesticulación de un italiano. Un español puede sentir cómo se habla si mientras pone su voz más grave alguien le pisara aleatoriamente el juanete, o se sentara en una silla de madera mientras tiene hemorroides.

· Rajoy

Este dialecto unipersonal se consigue hablando como si se tuviese una polla golpeando la muela del juicio. Los foniatras lo consideran una alteración del lenguaje, pero no han podido contactar con él para que vaya a tratamiento ya que el médico de cabecera escribió el nombre del paciente como M. Rajoy.

· Español español

El acento más raro de todos, porque nadie lo habla. Ni Dragó, ni Pérez-Reverte. NADIE. Cero hablantes. La pregunta no es quién lo habla, sino qué lo habla: Cortana, Siri, el GPS del móvil, los locutores de los 40 Principales... La voz de España no tiene alma, y eso se nota. Ni un nen, pisha, la hostia, mica, mijina, ye, paisa, joé, güensós, copón, boludo, carallo y demás vocabulario y expresiones que hacen que el español suene a español. Por eso, si vas exigiendo que te hablen en español es que eres gilipollas. De hecho, es que ni sabes español, porque todo buen hablante de español sabe que lo que hay que pedir es que te hablen en cristiano.