Los que trabajamos con el ordenador lo sabemos: internet nos convierte en yonkis. La palabra es yonki porque siempre juramos que el atracón de Twitter de anoche será el último, y que nunca más seremos el último internauta en despoblar la red en nuestro huso horario, y que yo controlo, colega. Ay, Dios, quién te va a creer a ti, desgraciado. Si el wifi funcionase echando monedas te verían pidiendo para un bocata en las inmediaciones de la estación de autobús.
|
etiquetas: internet , yonki , adicción