Son demasiadas las iniciativas que tienen lugar en la Unión Europea y que se ven cercenadas por falta de claridad, al intentar complacer a tantas regiones o instancias al mismo tiempo para, al final, no agradar a ninguna. Ésta es una de las lecciones que hay que extraer del voto negativo irlandés al Tratado de Lisboa. Ahora, la UE está a punto de embarcarse en otra iniciativa política en la que es necesario obrar de una forma clara y focalizada.
|
etiquetas: europa