Escupitajos, patadas, pellizcos, insultos... Así trataban cuatro compañeros de clase a R. E. A., de 13 años. El menor tenía once cuando estos alumnos del colegio concertado Ramar de Sabadell le convirtieron en el blanco de su violencia. Los padres lo denunciaron, pero en el colegio no les hicieron caso. Los propietarios de Ramar alcanzaron un acuerdo con los padres: conciliaron por 30.000 euros la demanda por acoso escolar interpuesta.
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