A priori, no hay nada de malo en el uso de declaraciones responsables. El problema es que, en la práctica, se han convertido en un coladero por el que se están haciendo todo tipo de transformaciones que sí requerirían de licencia de obra, como por ejemplo, al instalar cocinas fantasma en los bajos de viviendas. O colocar decoraciones potencialmente peligrosas en un espacio público sin que nadie compruebe que lo son.
|
etiquetas: coladero , decoraciones , bomba , madrid declaración responsable