Dirigirnos hacia el modelo de ciudad que nunca duerme tiene un precio: los ciudadanos dormiremos cada vez menos y peor. Y no debemos olvidar que el sueño, a menudo infravalorado, es un proceso fisiológico fundamental para mantener un buen estado de salud. Sabemos que si no dormimos lo suficiente, terminamos enfermando. Una persona adulta sana, en promedio necesita dormir de 7 a 9 horas diarias. La cifra aumenta cuando se trata de niños, que pueden necesitar desde 9 hasta incluso 16 horas al día.
|
etiquetas: ciudades , sueño , descanso , habitantes