Si no fuera porque hay un pastor que deja comer tranquilamente a las ovejas en este soto, si no fuera porque los milanos que se cruzan tienen dos alas y no tres, y un solo pico, uno creería que a ocho kilómetros de Soria se trató de levantar un Chernobyl. Que un día estalló algo inesperado y todo el mundo se fue dejando a medias una ciudad que iba a tener más de 500 hectáreas. Un Chernobyl inocuo. Un Chernobyl sin explosión nuclear. Un Chernobyl sin muertos. O con muchos. Eso depende de cómo se mire y del significado de la palabra muerto.
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