El objetivo: encubrir los síntomas asociados con el consumo. Esto provoca, por ejemplo, que un fumador no tosa, cuando lo lógico sería que lo hiciera. "Debido a que la inclusión de aditivos botánicos o químicos puede reducir, enmascarar o prevenir el conocimiento que tienen los fumadores de los síntomas adversos de fumar, por eso es posible que fumen incluso estando enfermos. Esto impide que el consumo y los beneficios de las ventas se reduzcan", apunta el trabajo.
|
etiquetas: tabaco , salud