Efectivamente, el metano es alrededor de 22 veces más potente que el dióxido de carbono atmosférico en la captura de calor. Y las vacas producen elevadas cantidades de gas metano, debido a una bacteria que hay en sus estómagos y que entra en contacto con la fibras vegetales durante su larguísimo proceso de rumiado. Sin embargo, el remedio ofrecido por los científicos de la Universidad Agrícola de Obihiro en Japón parece ser una solución aún mejor que la de la foto sobre estas líneas: una mezcla de nitratos y el aminoácido cisteína que...
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