Los científicos han encontrado una manera de crear metano en polvo, lo que lo hace su almacenaje mucho más fácil, mezclándolo en una licuadora con agua y sílice se transforma un litro de combustible en unos seis gramos de polvo. Aunque el polvo todavía necesita contenerse bajo una presión ligera y temperaturas más frías (alrededor de -70ºC), el metano es mucho más fácil de atrapar y transportar. Se investiga si un método similar fuese aplicable a otros gases como el CO2 para su captura o el hidrógeno para almacenarse como combustible.
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