De todos es sabida la dificultad que entraña obtener fondos para la investigación científica. Para paliar en algo ese mal endémico, muchas universidades ofrecen sus instalaciones científicas para que las empresas las usen para sus fines. Ambas partes salen beneficiadas. Pero la cosa no parece tan halagüeña cuando los resultados obtenidos no son los esperados por la marca comercial o éstos pueden dañar su imagen de algún modo. | Hay un segundo artículo:
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