Durante una fiesta religiosa en China, los indigentes son enjaulados para que no molesten a los turistas y lugareños. El trato que reciben estas personas es francamente indigno. La seguridad es un aspecto que los chinos cuidan mucho cuando se trata de grandes eventos y dar acogida a turistas internacionales. Sin embargo algunas medidas parecen extremas e innecesarias.
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