La familia londinense de Akmal Shaikh, el británico de 53 años cuya ejecución está prevista para mañana en China, no pierde la esperanza de que, en el último minuto, se le conmute la pena.Sólo nos queda rezar", declaraba ayer Leila, de 31 años de edad, hija mayor del condenado a muerte por transportar cuatro kilos de heroína. Su familia aduce que Akmal sufre un trastorno bipolar y fue engañado por narcotraficantes que se aprovecharon de su desorden mental.
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