El Gobierno chino se ha propuesto reducir su abultado superávit comercial financiando parte de las compras de televisores en color, neveras y teléfonos móviles entre sus 700 millones de campesinos, los más pobres del país asiático. "Queremos dar más beneficios a los campesinos y desviar una mayor partida presupuestaria al sector del consumo desde el de activos fijos y la industria de la exportación", señaló Zeng Xiaoan, funcionario del Ministerio de Finanzas.
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