Cuando un chatarrero del medio oeste de Estados Unidos compró un ornamento dorado en un mercado de baratijas, nunca pensó que era el propietario de un huevo Fabergé de 20 millones de dólares que perteneció a la corte imperial rusa. En un misterio acorde con la tumultuosa historia de la ostentosa élite rusa, el huevo dorado de ocho centímetros de altura salió de San Petersburgo tras la Revolución Bolchevique de 1917 y luego desapareció durante décadas en Estados Unidos.
|
etiquetas: hallazgo , chatarrero , huevo , fabergé