El día 8 de julio de 2011, apenas 72 horas después de conocida su desaparición, un policía de Santiago de Compostela entregó una minuta por conducto reglamentario señalando al que finalmente ha sido el autor exponiendo un alto nivel de vida sin ingresos conocidos, su conocimiento de la catedral, y que se vanagloriaba de tener numerosos efectos de valor. Es necesario saber qué pasó con dicha minuta, si se curso o si no se hizo, y en cada uno de los supuestos, exigir explicaciones a los distintos mandos sobre las razones de su proceder.
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