En su última homilía, el pasado 20 de junio, el párroco de Maliaño, Pedro Miguel Sisniega, se despidió de sus fieles por sorpresa, y justificó su marcha por la costumbre del Obispado de hacer cambios cada cierto tiempo. Este periódico ha podido saber que las verdaderas razones de su cese son económicas y nacen de la deuda que este sacerdote contrajo con los bancos para construir la iglesia del Santo Cristo.
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