Un funcionario de la CSU, el partido gubernamental en Baviera coaligado con Merkel en Berlín, telefoneó el domingo a un programa de televisión pública para impedir que se emitiera un informe sobe un acto de la oposición. El miércoles un diario de Munich publicó el asunto como noticia. El jueves el funcionario había dimitido. Lo que en España es rutina, la ingerencia directa de todos los gobiernos en los medios de comunicación a través del teléfono, en Alemania es feo y ha sido motivo de escándalo.
|
etiquetas: cesado , ingerencia , televisión