Si esto no es uno de los juguetes más absurdamente geniales que he visto en mi vida, no sé qué será. De verdad. Y sólo cuesta 2 euros más el viaje en barco ballenero a Japón. Lo malo: que probablemente esté fabricado con materiales que, al chuparlos, te hagan tener alucinaciones.
|
etiquetas: cerdo , gelatina , forma